martes, 18 de julio de 2017

OTRO VERANOS MÁS...



Otro verano y ¿Cuándo otros más…? Esa es la pregunta que siempre nos hacemos por estas fechas.

Chipiona ha tenido la gallina de los huevos de oros en sus manos, pero creo que nunca le hemos sacado ese fruto que nos ha ofrecido a un cien por cien…

Por cosas del destino hemos tenido la suerte de poseer dos grandes tesoros, por un lado sus maravillosas y extraordinarias playas y por otro su buena y generosa climatología, ¿Dónde está el origen del problema de esta cuestión…? Puede que estas dos riquezas simplemente estuvieran aquí desde siempre y nunca nos hemos esforzado lo suficiente para sacarle todo su partido, conformándonos con el maná que no caía de cielo...

Han pasado muchos alcaldes e infinidad de concejales por el ayuntamiento de este municipio, siempre esperando que sus cargos lo desempeñaran lo más loable y meritorio posible unos con más éxitos que otros, pero lo que si queda claro es que la palabra “verano” ha sido y sigue siendo la “patata caliente” de la que nadie quiere hablar, permaneciendo la misma respuesta en todas las estaciones estivales… “Los problemas tendrán solución en veranos venideros”.

Puede que el miedo o terror “escénico” haga que muchos no se atrevan a cumplir las ordenanzas que están registradas como ley, ya que muchas de ellas son impopulares y criticadas, pero no por ello injustas y ecuánimes.

Los conflictos se agrandan y las alternativas no contenta a nadie, ni a comerciantes ni a turistas y por tanto Chipiona se aleja cada vez más de lo que puede ser y no es…

Pero por desgracias hay muchos ejemplos: como la sanidad, como explicar que un pueblo con menos de 20.000 habitantes en invierno pasa a más de 200.000 y siga teniendo los mismos trabajadores entre médicos, A.T.S, celadores o ambulancias, poniendo en riesgo la vida de los usuarios y pacientes porque es imposible que se dé un buen trabajo y una buena atención.

Otro caso que juega a nuestra contra es la dificultad de aparcamientos, una necesidad ya de décadas y sin solución, siendo el tráfico una auténtica aventura para todos aquellos que nos visitan y una verdadera tortura y martirio el intentar aparcar en este pueblo, y para terminar otro trance sin resolver que sucede anualmente como es la recogida de la basura, que por la negligencias y desidias de los usuarios que tiran los residuos a cualquier hora del día da la impresión que este servicio es nefasto, y son muchos los que piensa que a “Chipiona le huele el aliento” y  está claro que tampoco hay soluciones a corto plazo.

De todas forma espero que todos paséis un buen verano y que el año que viene todo esto ya se haya solucionado… cruzaremos los dedos.

 P.D. Esta ha sido mi colaboración veraniega 2017 para la Revista Quince.



1 comentario:

Genín dijo...

Lo que cuentas ocurre en muchos de nuestros pueblos, ya ves que mas o menos se pasan la pelota caliente unos a otros, y la casa, sin barrer, yo creo que se espera que un milagro soluciones los problemas, y es que, España es diferente...
Salud