Viento invisible que silba,
brisa etérea que aúlla,
aire incorpóreo que sopla…
Huracán sutil y tenue,
vendaval liviano y ligero,
ciclón vaporoso e inasible…
Abre ventanas y puertas,
rompe muros y murallas,
cierra heridas y llagas…
suspiros puros y limpios,
alma mecida por el viento,
aire fresco…
Propiciemos tal como lo proponen tus versos que el aire recupere su salud y pureza.
ResponderEliminarUn abrazo de anís 🌠
Aplausos!!!abrazo.
ResponderEliminarAire, aire... mucho aire. Que nos hace mucha falta para limpiar todo lo que hay que limpiar.
ResponderEliminarBuen poema,
Un saludo.
P.D: De nuevo por aquí.
Despues del vendaval siempre viene la calma. Seguro.
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