Que de mentiras me han contado toda mi vida, pues todavía
escucharé más…
Que ingenuo e inocente, en la infancia todo era malo
según los mayores, y la palabra mágica y prodigiosa era “Quieto”, en la
juventud fue la misma... “Quieto” y además a sus órdenes, y en la madurez sigue
siendo “Quieto”, pero solamente que más disimuladamente y sibilinamente, pero de forma más repetitiva.
Quédate “Quieto...", te queremos "Quieto…". Tengo la necesidad de no quedarme "Quieto...".
Nos costó mucho pasar del "Movimiento" a La Movida... para ahora quedarme quieto...
P.D. En la foto tenía 17 años.
En la foto luces quieto. Pero la verdad, no creo que hayas sido quieto jamás... incluso, te habrá costado trabajo dar esa impresión para la foto :)
ResponderEliminarComo dice Sara,pareces quieto,pero los mayores a veces cometen herrores que luego son rencores,abrazo.
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