Llega un momento, que no
es que no te apetezca conocer gente, pero si te cuesta mucho hacer nuevos
amigos, el desengaño y la decepción lo hace posible, y el listón ya lo solemos
poner un poco alto.
Cuando en la juventud:
apilabas caras, amontonabas nombres y mezclabas churras con merinas en todo
momento y nos daba igual, tu agenda era interminable, los coleccionabas o te
coleccionaban, y en otras ocasiones nos convertíamos en “conocidos” de usar y
tirar…
Con el transcurso del
tiempo quedaron los que tenían que quedar, no había ninguna elección, ni opción
prevista, era la selección selectiva de la naturaleza, y como en la sabana
africana, solo quedaron los más preparados para “el medio”.
A los que fueron en el
pasado, a los que son en el
presente y a los del futuro, intentaré
seguir llamándolos amigos…
Los amigos los hay de toda la vida pero también se hacen nuevos, el paso del tiempo te hace conocer personas que te importan.
ResponderEliminarUn abrazo