En este mes de abril “Tomara que tu viera…” ha cumplido cinco años de su nacimiento, fue en 2009 cuando esta historia se inició al mismo tiempo que mis
sofocones y berrinches con la informática, de prueba de ello es que la primera
entrada que está reflejada pertenece al mes de junio de ese mismo año, durante
los dos primeros meses todo fue un publicar y eliminar, cuando no era el texto
el que aparecía donde le daba la gana y con el tamaño que le apetecía, eran las
fotos que lo mismo salían en el margen izquierdo que en el derecho sin obedecer
mis órdenes, eso se llama anarquía bloguera…
No tenía ni idea que se podía hacer seguidor de los
blogs que visitaba y ellos del mío, no quiero exagerar… no sabía ni tan
siquiera que se podían poner comentarios en las entradas, ni enlazar los blogs de amigos, hasta que un día descubrir lo de “añadir gadget” benditos inventos…
Durante mucho tiempo no me visitaba nadie y mucho menos
dejarme comentarios, así que “Tomara que tu viera…” estaba hecho y dirigido
solo para mi disfrute personal… hasta que por arte de magia fuisteis
apareciendo todos vosotros…
“Tomara que tu viera…” sigue creciendo y madurando al
mismo tiempo que yo, cada día que pasa en mi blog espero quede reflejado algo
de mí, tanto de lo material como de lo incorpóreo, siempre digo que en mis
escritos describo más de cómo quisiera ser que dé como realmente soy, pero ardua
tarea hacer descripciones y crónicas de las cosas que me gustan, preocupan o
veo, casi a diario me enfrento a esa pantalla blanca luminosa y al teclado
donde mis dedos intentan ordenar caracteres, vocablos y oraciones.
Muchas veces mensajes llenos de secretos escondidos y
jeroglífico a descifrar, otros tan fáciles de interpretar que parecen
inciertos.
Nunca he pretendido dar una imagen o perfil no sea lo
más posible real, no tengo ningún interés en aparentar lo que no soy, sería una
pérdida de tiempo y de trabajo inútil, tampoco he intentado conocer personas
por medio de la blogosfera, a todos los que leo y sigo lo hago de forma
espontanea y sin más trasfondo que entretenerme y por supuesto aprender de
ellos.
De los más de 200 seguidores, para mí solo es una
cosa simbólica y alegórica pero no por ello dejo de animarme, comprobando que
casi siempre lo que plasmo le llega a alguien, que ese es el mejor premio que
recibo, que tú puedas estar leyendo esto, GRACIAS…