El próximo 31 de mayo hará cinco años de mi vuelta a “El Chusco”
y como dice el título; sangre, sudor y algunas lágrimas..., eso fue lo que me
costó el regreso.
Después de casi nueve años sabáticos, el retorno fue de
todo menos agradable, cuando abres un negocio se empieza de cero, pero como
muchos sabéis yo comencé desde menos veinte.
En estos cinco años de andadura nos ha pasado de casi de
todo... y lo cuento en plural porque sois muchos los que lo habéis vivido en
tiempo real conmigo, como siempre digo El Chusco es un lugar peculiar y
singular, no tiene normas establecidas es una pequeña anarquía comunitaria que
tiene su gracia y magia, y que milagrosamente sigue funcionando, siempre hago “culpable”
a su original y a veces extraña y fiel clientela de este logro.
Muchos días de carnaval, de navidad, de cruces de Mayo,
exposiciones, conciertos, de muchas noches de amenas y entretenidas tertulias y de muchos eventos de los más variados, todo tiene
su sitio ya que El Chusco como siempre ha sido y sigue siendo es un lugar de
encuentros…
Gracias a todos… clientes-amigos y amigos-clientes.