En muchas ocasiones ser agradable y tolerante, puede
indignar y enfadar más a una persona que pretende lo contrario de lo que
esperaba de ti.
Puedes ágriales más el carácter con esa inesperada
experiencia y tú sigues disfrutando de su “enfado”, que a partir de ese momento
esa persona ya no puede controlar porque no estaba preparado para esa reacción y respuesta tuya.
Tú sigues con tu paz y calma que también una forma de
ser rebelde y el termina encolerizado y acalorado…
Basado en un hecho real.