Nunca me ha gustado trabajar la noche y en eso he
tenido mucha suerte, en contadas ocasiones he terminado mi trabajo demasiado
tarde…
Al tener un horario tan estándar, no tengo que “torear”
con la fauna noctámbula, y es que la noche confunde y perturba, y como por arte
de magia aparecen personas que no son tu clientela habitual, (por supuesto es
un tanto por ciento muy bajo pero que se hacen mucho de notar…).
Aquí incluyo a malajes maleducados, borrachos groseros,
insolentes desvergonzados, malhablados incultos, impertinentes vulgares,
cínicos obscenos, viciosos libertinos, degenerados juerguistas, escandalosos
inmorales, descocados calaveras...
Dios los cría y ellos se juntan… y aquí está
el camarero para ejercer de psicólogo, psiquiatra, consejero, asesor,
especialista, experto y sobre todo mediador de emergencia.
5 comentarios:
Uyyyyyyyyyyyyyy,por todo el mundo hay,abrazos.
Cierto, la fauna nocturna es todo eso y mas, no me gustaría lidiar con ellos...
Salud
Que razón tienes, Mamé...además tienen la habilidad de tocarte los bemoles justo la noche que menos tocables los tienes...tendrán un radar?
¿Incultos que se hacen mucho de notar?
Con lo bien q se esta compartiendo alegria, pasando buen rato entre amigos, y sin mete patas...
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