Otro verano y ¿Cuándo otros más…? Esa es la pregunta
que siempre nos hacemos por estas fechas.
Chipiona ha tenido la gallina de los huevos de oros en
sus manos, pero creo que nunca le hemos sacado ese fruto que nos ha ofrecido a
un cien por cien…
Por cosas del destino hemos tenido la suerte de poseer
dos grandes tesoros, por un lado sus maravillosas y extraordinarias playas y
por otro su buena y generosa climatología, ¿Dónde está el origen del problema
de esta cuestión…? Puede que estas dos riquezas simplemente estuvieran aquí
desde siempre y nunca nos hemos esforzado lo suficiente para sacarle todo su
partido, conformándonos con el maná que no caía de cielo...
Han pasado muchos alcaldes e infinidad de concejales
por el ayuntamiento de este municipio, siempre esperando que sus cargos lo
desempeñaran lo más loable y meritorio posible unos con más éxitos que otros,
pero lo que si queda claro es que la palabra “verano” ha sido y sigue siendo la
“patata caliente” de la que nadie quiere hablar, permaneciendo la misma
respuesta en todas las estaciones estivales… “Los problemas tendrán solución en
veranos venideros”.
Puede que el miedo o terror “escénico” haga que muchos
no se atrevan a cumplir las ordenanzas que están registradas como ley, ya que
muchas de ellas son impopulares y criticadas, pero no por ello injustas y
ecuánimes.
Los conflictos se agrandan y las alternativas no
contenta a nadie, ni a comerciantes ni a turistas y por tanto Chipiona se aleja
cada vez más de lo que puede ser y no es…
Pero por desgracias hay muchos ejemplos: como la
sanidad, como explicar que un pueblo con menos de 20.000 habitantes en invierno
pasa a más de 200.000 y siga teniendo los mismos trabajadores entre médicos,
A.T.S, celadores o ambulancias, poniendo en riesgo la vida de los usuarios y
pacientes porque es imposible que se dé un buen trabajo y una buena atención.
Otro caso que juega a nuestra contra es la dificultad
de aparcamientos, una necesidad ya de décadas y sin solución, siendo el tráfico una auténtica aventura para todos aquellos que nos visitan y una verdadera tortura y
martirio el intentar aparcar en este pueblo, y para terminar otro trance sin
resolver que sucede anualmente como es la recogida de la basura, que por la
negligencias y desidias de los usuarios que tiran los residuos a cualquier hora
del día da la impresión que este servicio es nefasto, y son muchos los que
piensa que a “Chipiona le huele el aliento” y está claro que tampoco hay soluciones a
corto plazo.
De todas forma espero que todos paséis un buen verano y
que el año que viene todo esto ya se haya solucionado… cruzaremos los dedos.
P.D. Esta ha sido mi colaboración veraniega 2017 para la Revista Quince.
P.D. Esta ha sido mi colaboración veraniega 2017 para la Revista Quince.
1 comentario:
Lo que cuentas ocurre en muchos de nuestros pueblos, ya ves que mas o menos se pasan la pelota caliente unos a otros, y la casa, sin barrer, yo creo que se espera que un milagro soluciones los problemas, y es que, España es diferente...
Salud
Publicar un comentario