Esta es mi colaboración para la revista chipionera Quince en su número 25 Especial Carnaval 2018
LAS MIL Y UNA PEÑAS...
El Mono, La Cruz del Mar, El Chusco, Los 30 del
Pentagrama, El Tango los Negros, La Calle Azucena, Félix Rodríguez de la
Fuente, La Peña Bética, La Comparsa, El Giraldillo… a todos aquellos
aficionados al carnaval seguro que os suena, estos nombres corresponden cada
una de las peñas carnavalescas que se fundaron en Chipiona a finales del siglo
XX por desgracias son pocas las que continúan en el XXI, todo esto tuvo un
comienzo a mediados de los años 80 con el resurgimiento de la fiesta grande,
aunque antes de esta fecha ya contaba este pueblo con aficionados a ella, pero
se podían contar con los dedos de la manos y la mayorías lo más que entendíamos
era la diferencia entre una chirigota y una comparsa.
Este pueblo carecía con una fiesta popular que nos
representara a la gran mayoría, había una vacío festivo que no poseíamos y de
ahí que el carnaval se convirtiera en ella.
En 1984 el carnaval nos sorprendió a todos… era increíble
que el chipionero de a pie por una vez se uniera para llevar a buen puerto una
idea utópica y quimérica pero no por ello falta de ilusión, después de un largo
tiempo oscuro y lleno de censura y rechazos por fin Chipiona tenía un carnaval
de categoría y de calidad, y lo mejor y más importante hecho por el pueblo y
para el pueblo; aquí es donde fue importantísimo el trabajo y labor de todas
las peñas anteriormente mencionadas, todas ellas fueron primordiales e
imprescindibles, sin olvidar ninguna aportaron su granito de arena y sobre
todos los primeros años de esta historia fueron los más importantes, gracias a
ellas… de un solo fin de semana pasamos a tener un mes entero donde los ensayos
generales, actos gastronómicos y otros eventos relacionados con la fiesta, hacía
salir al chipionero de sus casas casi todas las noches, siendo raro el día que
no coincidieras varias actividades a la vez, Chipiona hervía y colmaba carnaval
por todos sus rincones, calles, plazas y como bien digo en sus peñas…
También fue muy importante y primordial que algunas
peñas dieron también su apoyo y patrocinio en sus instalaciones agrupaciones
carnavalescas en todas sus modalidades ya fueran cuartetos, coros, chirigotas o
comparsas, siendo este uno de los pilares más importantes para que los grupos
de cantos florecieran cada vez más y con mayor número y calidad y perfección.
Con el paso del tiempo los antiguos peñistas cumplían
también años, eso unido al cansancio, agotamiento y en muchas ocasiones
aburrimiento… que como siempre digo la fiesta del carnaval es de todo menos
agradecida, dejaron de entrar sangre joven que quisieran renovar y modernizarlas,
las peñas empezaron a desaparecer y eclipsarse, el carnaval para lo bueno y lo
malo ya era mayor de edad y caminaba
solo… aunque en muchos momentos a estas se les echa de menos con cariño y
nostalgia.
Por eso creo que hay que recordar y valorar el trabajo
realizado por dichas entidades que han hecho que nuestro carnaval figure como
los más importantes y conocidos y cada edición sea mejor que la anterior… esta
es la historia de las mil y una peñas.
2 comentarios:
Lindos los dos,cariños.
Yo lo veo este último como un poco retro...
Salud
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