Mis amigos de la Revista Quince me piden que escriba
sobre La Peña El Chusco, esto me puede resultar facilísimo o todo lo contrario
ya que yo mismo soy uno de los personajes de esta historia.
Bar, taberna, bodega… pero la palabra Chusco siempre se
le relacionará con el término Peña y recordada por protagonistas tan
importantes como imprescindibles que han dado vida al carnaval chipionero.
Todo esto empieza en el verano de 1983 cuando la
comparsa “Cristianos en Roma” original de Manuel Camacho Francés “El Chusco” y
dirigida por Rafael Pertoso “Camarón” ensayan en La Bodega Valdés para actuar
en el Festival del Moscatel de aquel año, llegando el mes de septiembre y la
comparsa seguía ensayando allí al carecer de local para ello, dando vida a la
nueva agrupación “Soldados Españoles en Cuba”, sería en 1984 pistoletazo de
salida para que esta gran celebración se instalara en este pueblo para quedarse
hasta nuestros días… en marzo de aquel año nacía el carnaval de Chipiona y con ello
la Peña Carnavalesca “El Chusco”.
Durante más de tres décadas: Las Perlas y Damas, los
actos gastronómicos, los ensayos generales, las Noches Carnavalescas del mes de
Agosto con las mejores grupos de Cádiz, aportaban su granito de arena a la gran
fiesta para que esta se hiciera grande, pero si hay algo que quiero destacar es
que en su sede siempre hubo un par de grupos ensayando sobre todos comparsas en
todas su modalidades: infantiles, juveniles y adultos algunas de ellas con
premios en el Concurso del Gran Teatro Falla, todo ello con un presidente
eterno como es Joaquín Rodríguez Lorenzo, pues a día de hoy en 2019 y después
del tiempo transcurrido en esta ocasión han sido dos chirigotas y dos comparsas
las que han utilizado sus instalaciones para crear sus nuevos repertorios.
No sé que le deparará al Carnaval de Chipiona en el
futuro pero lo que sí puedo saber con certeza es que hubo un tiempo a mediados
de los años 80 que un grupo de aficionados hicieron un trabajo arduo y laborioso
llenos de fallos y errores pero también muchos aciertos y éxitos, la lista
sería amplia y extensa pero entre ellos muchos en algún momento pasaron por La
Peña Cultural Carnavalesca “El Chusco”.
Recuerdo con añoranza y nostalgia aquella época en la
que las peñas carnavalescas eran pilares indispensable y primordiales que con
su labor y aportaciones cimentaban e instituían la mayor fiesta para un
municipio muy apático y frío hasta entonces contagiando y transmitiendo este
mensaje festivo, colorido, alegre y reivindicativo a sus habitantes, a partir
de ahí el carnaval vino para quedarse… disfrútenlo.
P.D. Con este texto he colaborado con la Revista Quince en su número 28 especial carnaval 2019.
1 comentario:
Sigue escribiendo lo haces muy bien,cariños.
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