El color negro se fue oscureciendo aún más, el velamen
del velero se iba desgarrando poco a poco y el rumbo se fue perdiendo, las
tormentas y tempestades lo zarandearon y sacudieron, lo hacían zozobrar siempre
a punto de naufragar y de irse a pique sin puerto donde fondear. Las tibias
cruzadas y la calavera como estandarte nunca fueron buenas insignias…
Como Ulises y el canto de las sirenas todo era un
laberinto de dudas perdiendo su personal y exclusiva Ítaca, el fantástico y
colosal caballo de madera con su estomago y tripas lleno de malos pensamientos y
cavilaciones ya no engañan a los troyanos.
Su máscara con su pronunciada sonrisa cayó delante de
todos, desnudo, despojado y expuesto, como las fieras y alimañas acosadas se
esconden en la maraña y la espesura… y ya solo queda esperar.
“En la política se encuentra amigos de mentiras y
enemigos de verdad”.
2 comentarios:
Los enemigos, que no son únicamente parte de la política, son lo único verdadero que nos queda.
Saludos,
J.
¿Enemigos? zape, lagarto, lagarto, como decía mi vieja... :)
Salud
Publicar un comentario