Las lunas llenas han pasado a la velocidad de vértigo,
las hojas del calendario con una ligereza abismal se fueron arrancando, las
semanas volaban con la rapidez de una estrella fugaz, los meses con prontitud y prisa
se fueron amontonando y los años… que decir de los años, cada vez son más
breves y cortos, una carrera contra reloj donde las manecillas juegan al cruel
divertimento de perseguirse una a la otra sin descanso…
La infancia es la época de la que tengo más recuerdos,
nítidos e inmaculado, son los que se viven con más intensidad porque son los
primeros de todos, la lista es amplia: aprendizajes, experiencias, lecciones,
usos, conocimientos, acciones… todo es nuevo y tiene su primera vez, sentimientos
y emociones que te acompañaran toda la vida, huellas y efectos que te marcaran
para siempre…
De la juventud ya no recuerdo “casi” nada todo duró como un suspiro en el viento, un instante… viviendo deprisa como si no hubiera
un mañana: risas, diversión, alegría… pero pronto aparecen las pérdidas, frustraciones
y caídas…
Peter Pan creció y mató al
niño que todos llevamos dentro, para bien o para mal eso es así, lo de “Juventud
divino tesoro” en esos momentos nos lo saltábamos a la torera pensando que esta
situación duraría para siempre y sería eterna…
Llegó la madurez con más de 50 años ya hacemos muchas
veces balances, sobre todo cuando asistes a más entierros que a bodas y bautizos…
se han ido tus abuelos, tus padres y ahora tus amigos… piensas y cavilas “alguien
me tendría que haber dicho que esto era así…” ¡¡¡pues claro que me lo dijeron!!! y
en muchas ocasiones pero nadie escarmienta por cabeza ajena, tu eres el actor
de tu propia película y al mismo tiempo también el director si no lo has sabido
interpretar y dirigir ¿Quién tiene la culpa?.
Espero que cuando la vejez venga a visitarme y si el tiempo no lo impide espero vivirla rebelde pero sin pausa...
Espero que cuando la vejez venga a visitarme y si el tiempo no lo impide espero vivirla rebelde pero sin pausa...
De todas formas aun estamos a tiempo de darle un giro a
todo, porque como nos cantaba Joan Manuel Serrat “Hoy puede ser un gran día…”
1 comentario:
Es verdad, en esta semana de estar fuera se me han pasado a mi como diez años sin enterarme...
Salud
Publicar un comentario