Nunca fueron los reyes del baile,
tampoco estrellas brillantes,
eran luciérnagas en la noche oscura y fría,
sus pequeños destellos los mantenían.
Pasaron de puntillas sin hacer ruido,
por un suelo pulcro y radiante,
nadie los veía, ni los percibían
pero bailaron toda la vida…
Corazones pisoteados en las calles,
que nadie recogen, ni seducen,
ellos con pegamento los suyos sostienen,
Cupido dimisión, ya…
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