Hay una leyenda de un corazón que se convirtió en piedra y con el transcurso del tiempo la piedra se transformó de nuevo por las caricias y susurros de las olas del mar…
Cuenta también la historia de una farola que se negó a no crecer, ni espigarse altanera porque quería ver La Tacita de Plata desde lo más alto…
Surrealismo gaditano en su máximo esplendor….
1 comentario:
Bellisimas fotos,cariños.
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