Hoy he contado las pulseras que tengo en mi mano
izquierda, once en total…
Y no puedo responder porque las llevo, nunca me he puesto
un anillo, ni de boda, ni tampoco una cadena, pero las pulseras desde hace
mucho tiempo siempre me acompañan, si me conoces seguro que te habrá llamado la
atención.
Nunca me las quito ni para dormir, ni para ducharme,
forman parte de mi personalidad sin pretenderlo, también llevo dos pequeñas
argollitas en el lóbulo de la oreja izquierda y desde que me las puse, hace ya muchos años nunca
me las he quitado.
Me encanta tener el pelo largo, eso sí tiene una
explicación, todos mis “ídolos” siempre lo han llevado, desde mis admirados
músicos, hasta el Jesucristo de los tres últimos años, por cierto era el único
personaje con melena bien mirado en mi colegio de curas… que tío más legal y
buena gente el Jesucristo este, por eso lo quitaron tan pronto de en medio…
Tatuajes no tengo ninguno.
Utilizo muchas camisetas nunca camisas y ropa lo más cómoda posible… y no tengo ni una corbata.
Y digo yo… ¿Por qué estaré yo contando esto aquí hoy?
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