Vuelven a estar de modas las cruzadas, pero en estos
momentos a pie de calle.
Es increíble cómo se pueden aliar enemigos irreconciliables
para una causa común cuando al rival se le ve débil o frágil, “La gente
muerde la mano del que le alimenta, pero normalmente lame la bota que los
patea” Eric Hoffer.
La sorpresa es cuando el adversario a batir, es más
fuerte e inteligente que la alianza formada para vencerle, y todo en ese
momento da un giro de 180 grados, a partir de ahí nadie había maquinado nada y
por supuesto tampoco habían escuchado, ni dicho nada, pero está claro que ya todo
será muy diferente, por mucho que quieran enmendarlo y rectificarlo, el intento de hacer daño ya está hecho, y como diría
nuestra querida Rocío Jurado “Ahora es tarde señora…”.
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