sábado, 6 de abril de 2024

POBRE, PERO HONRADO


Espero lentamente el día que todo sea demasiado tarde, aguardo que cuando todo esto se esté agotando sea la señal del comienzo de algo nuevo.

Me detengo y permanezco lo más cerca de lo que fueron mis principios, pienso y supongo que el hecho de no seguir un camino recto no haya sido un error y si..., un acierto, confío y anhelo que mi ánimo y aliento no me abandoné sin haber realizado lo conveniente.

Me cansaron las causas perdidas y las quimeras en el tiempo, soy de los que necesitó meter la mano en la llaga, ni me arrepiento, ni reniego, dejé de creer en cielo y en el infierno, cansado de tantos de deidades de altares con pies de barro.

Intenté nunca saltarme la reglas, pero en ocasiones lo hice, con tantas normas el éxodo y el exilio estaban asegurado, aunque solo fuera en una esquina o en un rincón de un patio.

Los reglamentos fueron los gérmenes de mi descontento, inadaptado en tiempos difíciles, inexpertos rodeado de tanto talento, y como la frase manida y gastada “Pobre, pero honrado” que nunca fue ni mi alivio, ni mi consuelo.

Quizás haya conocido a demasiada gente ya, pero a personas muchas menos… 

Está claro que sigo enfadado con medio mundo y también con el otro medio.


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