Me he dado cuenta que soy ilegal en este mundo, porque
este no es el mundo donde quiero vivir, así que cuando queráis me podéis extraditar.
El pasaporte solamente son hojas de papel grapadas y las fronteras no
existen, solo son delgadas líneas rojas en el mapa, que sirven de separaciones entre ricos y pobres, es injusto e ilícito ser clandestino en el mismo planeta.
Detrás de un muro escondemos las miserias y las
vergüenzas, detrás de una barrera divisoria callamos y silenciamos el horror de
nuestros semejantes, solamente porque hemos tenido la “Suerte” de estar al otro
lado de la frontera imaginaria…
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