lunes, 2 de septiembre de 2024

¿QUIÉN ASUSTA A LOS FANTASMAS?




El mundo está lleno de fantasmas,

algunas veces son los unos

y otras son los otros,

ya no llevan sábanas blancas,

ni arrastran cadenas,

ahora usan corbatas y chaquetas de pana buena.

 

Los podemos encontrar en castillos abandonados

y frías mazmorras, en la cola del paro,

de jefe de empresa, trabajando en un banco

o haciendo autostop de noche con forma de mujer hermosa…

en una curva peligrosa.

 

Los hay en la política, en la iglesia,

en las calles y en las esquinas,

en la tele, en la prensa,

en bares y tabernas.

 

Nos dan mítines y charlas con clases de ética,

tienen soluciones para todos, de todo saben,

de todo entienden como el maestro “Liendres”,

nos dan consejos, nos asesoran,

nos sugieren, nos advierten,

nos avisan, nos recomiendan

y al final nos ordenan y mandan,

y nos llamarán traidores…,

sino acatamos sus deseos, proyectos y demandas.

 

Los hay de todo tipo,

pobres y ricos, caballeros y damas,

habitan dentro de los armarios

y debajo de las camas.

 

Poseen inmobiliarias que nos ofrecen panteones,

ataúdes y tumbas, los hay “bailadores” de rumbas,

prestamistas y usureros venderían a sus madres por dinero,

fabricantes de amuletos,

descubridores de crecepelos,

echadoras de cartas, payasos,

domadores, trapecistas sin red,

kamikazes con aviones de papel.


Hay Santa Claus anoréxicos,

tres reyes eran tres,

ratones Pérez que nos roban los dientes y el dinero,

hadas en pisos de alquiler que no llegan a fin de mes.

 

Santos de altares,

dioses con pies de barros,

charlatanes de ferias,

vagabundos reyes del tetrabrik,

embajadores por el mundo.

 

Saltimbanquis, titiriteros,

sacamuelas con carreras,

bailarinas asesinas, maestros de escuelas,

calvos con melenas, Rita "La Cantaora",

aparcacoches con licencias,

limpiabotas de zapatito de Cenicienta,

grafiteros jubilados, polacos y rumanos,

concursantes expulsados de Gran Hermano.

 

Y al final nos damos cuenta,

que hay más fantasmas vivos que muertos,

que siempre intentan llevarte al “huerto”,

porque no es serio,

de verdad no es serio este cementerio...


1 comentario:

Sara O. Durán dijo...

Te aplaudo. Es genial tu entrada.
Un abrazo.