Sé bien que solo escribo simplezas e ingenuidades, pero mientras lo hago mi mente viaja, está claro que no da la vuelta al mundo, ni falta que le hace, no hay grandes aventuras ni tampoco son episodios de un personaje de novela, ni lo intento y por supuesto tampoco tengo talento para hacerlo.
Me pongo una armadura y como una coraza que me protege
de mis miedos y ansiedades que son muchas, la timidez la intento vencer a
través de mis textos, mi cobardía la camuflo entre frase y frase, escondo mis
sonrojos ideando que a nadie le llegan mis mensajes, como si de una solitaria
botella en la inmensidad del océano con una nota dentro pidiendo socorro, sin
saber a quién le llegará, como débiles señales de humos en un día de tormenta.
En otras ocasiones estos textos me sirven de guía, como la luz de un faro en la oscura noche que me lleva a buen puerto, anoto y asiento, redacto transcribiendo párrafos con expresiones que ni yo mismo entiendo, esta situación me relaja y sosiega, disminuyendo los malos pensamientos, me alivia logrando la calma, por unos momentos estoy tranquilo y satisfecho si lo estoy consiguiendo.
A quién pueda interesar, vendo armaduras y corazas ya usadas a buen precio...
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