En la margarita desojada todos sus pétalos fueron no, en
la mesa un jarrón colmado de agua con flores de plástico ya marchitas y ajadas,
el reloj en la pared hace que la manecilla de las horas por una vez le gane al
minutero, los cuadros de despintan manchando y ennegreciendo los marcos y las
pequeñas fotos se des revelan en un blanco inmaculado de figuras ya ausentes en
sus molduras de platas, las luces de la lámpara se languidecen y se debilitan y
la penumbra hace círculos como un tiburón al naufrago…
En el frutero una mosca se posa en una manzana viciada
donde el color rojo ha perdido su brillo y esplendor, la señorita televisión
parpadea y me guiña pero no consigue atraparme…
El plato rebosa maná bendecido y mientras el cuchillo y
el tenedor se abrazan enrolladlos en una escueta servilleta de papel, el vaso
medio lleno o medio vacío de lágrimas qué más da… se carcajea de mí, está claro
que un mal día lo tiene cualquiera.
P.D. Este texto estaba en una carpeta perdida y hoy lo
he encontrado. (Creo que es del verano pasado).
2 comentarios:
Cualquiera sabe lo que estabas pensando cuando lo escribiste... :)
Salud
Hay momentos para todo,cariños.
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