“No hay nada más difícil que subir y nada más fácil que
caer”, esta frase también me la aplico sobre la amistad, que arduo y delicado es
conseguir un buen amigo y que sencillo y simple es perderlo.
En 60 años he conocido tanta gente que iban realmente de paso, rodeados de una aureola de brillo y centelleo, y yo impresionado pensando que venían para quedarse, pero está claro que algunos sin resplandor y esplendor se han quedado para siempre, esos son verdaderamente los “AMIGOS”, aunque no tengamos contacto a diario, pero yo se que están ahí con eso me basta… Gracias.
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