¿Qué se escondía detrás de aquel viejo y alto muro?
Siempre mirando adentro desde fuera, cuando eres pequeño tu fantasía te juega
malas pasadas y a veces tan erróneas y equivocadas.
La imaginación volaba y despegaba del suelo con unas
débiles alas pero no lo suficiente fuerte como para coronarlo, todo sería solo
cuestión de tiempo, seres mitológico y fantásticos habitaban tras de él, hadas,
cíclopes, duendes, elfos, ninfas, troll, unicornios, dragones, sirenas, gnomos…,
en una perfecta conjunción y armonía, pero que a la vez se mofan y ríen de los
humanos, cuando descubren de su frágil existencia, se esconden en los árboles,
en las piedras, en los estanques y en los lugares más insospechados, ocultos a
los ojos incrédulos de los que no los quieren ver, solo son descubiertos por
las miradas inocentes y nobles, de los que no tienen nada que temer, no hay
garras, ni colmillos, ni hechizos, ni maleficios, ni manzanas envenenadas.
El muro es su único refugio, allí moran los sueños y
utopías de todos aquellos que tuvieron en alguna ocasión a lo largo de sus
vidas la capacidad de idealizar un mundo mejor, anhelando que la paz y el amor
reinaría sobre el odio y la tiranía.
Ese muro es el último cobijo de soñadores, románticos, poetas, sensatos, anacoretas, juiciosos, pacíficos… espero algún día encontrarme allí contigo…
P.D. Este texto es del 2010, hoy lo vuelvo a recuperar...
1 comentario:
Quizás aún algunos vemos muros invisibles que no somos capaces de ver lo que hay detrás, y donde creemos que ahí habita nuestra felicidad, y eso nos impide mirar hacía el horizonte o a los valles donde tú vista alcanza el infinito
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