Existen muchos motivos y variados para realizar El
Camino de Santiago, desde el religioso hasta el deportivo, del turismo al gastronómico,
del espiritual a convivir en contacto con la naturaleza, caminar por lugares maravillosos
y rincones asombrosos, o simplemente encontrarte a ti mismo.
Puedes ir acompañado desde del inicio o conocer peregrinos
en el transcurso, pero está claro que hay un momento que “El Camino” se vuelve
particular e intransferible, esos instantes son cuando caminas en solitario,
acompañado solo por tus pensamientos y reflexiones, surge la magia y eso solo
se produce en contadas ocasiones.
¿Volveré…? Seguro…, pero os puedo asegurar que cada
caminar es distinto, ni mejor, ni peor, pero siempre, siempre será
distinto, Buen Camino…
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