No solo de bocadillos vive el peregrino, esta mariscada
es la que celebramos en cada ocasión que terminamos "El Camino" en Santiago de
Compostela.
La “oficiamos” en el mismo mercado de abasto, donde
compramos el marisco y allí mismo hay lugares donde te los cuecen y preparan.
Todo ello regado con buen albariño y ribeiro para el disfrute de todos.
Es un capricho del que todos disfrutamos y que estamos siempre de acuerdo en efectuarlo, repetiremos, que no se pierdan las tradiciones...
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