Casi 60 años y sigo pensando y muchas veces actuando
como un adolescente, hay días que me levanto con la utopía que cambiar el mundo
creyendo es aún posible y otros que todo esto se va a la mierda.
Intento y digo intento…, defender lo que pienso, pero
hay tantas veces que me autocensuro que ya no sé quién soy, ni a donde voy,
intento no herir la sensibilidad de nadie, pero hay gente no se molesta en no
herir la mía, algunos gritan y vociferan lo que piensan y lanzan consignas que
dan miedo, y el respeto a los demás se lo pasan por el arco de triunfo, en esos momentos son ellos los que juegan y utilizan a la democracia a su antojo por unos instaste,
pero en este caso solo a su favor…
Las nuevas generaciones en plena época de avanzadas y
rápidas técnicas de comunicación, creen que son realmente autosuficientes, imaginando que tienen al mundo a sus pies, cuando es todo lo contrario, poseen tantos medios
y recursos que lo que realmente es que están solos y aislados, no quieren
compromisos que los alejen de su estado de confort, ni siquiera por un momento,
y es cuando el individualismo ganas por goleada.
Y el divide y triunfarás se convierte en una triste
realidad, es la soledad moderna…
1 comentario:
¡Ay, Mamé, me identifico contigo!
Con más años que tú, me encuentro en la misma situación y con las mismas dudas: no sé quien soy, ni adonde voy...
Vivimos tiempos convulsos.
Esperemos que no vaya a mas...
Abrazos desde Navarra.
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