A Miguel lo conozco desde siempre, que puedo destacar
de él, pues la alegría y felicidad que desprende, todo contacto con él está
repleto de risas y jovialidad, tendrá sus momentos de pesimismo y de
insatisfacción como todo hijo de vecino, pero cara a la galería está claro que
no lo demuestra.
Es un verdadero placer encontrártelo por la calle,
porque no hay jornadas que no lo vea dos o tres veces, ya que en su casa no lo va
a coger el tsunami. Lo mejor sus saludos, no hay dos veces que te de el mismo,
la imaginación al poder…, para sacarte una sonrisa socarrona con ironía y mucho
doble sentido con sus ocurrencias.
Vinculado desde siempre a los medios de comunicación
chipionero no hay actividad o acto en la que su objetivo no esté presente.
Su vehículo eléctrico no consume electricidad lo
reposta de moscatel, conoce todas las “estaciones de servicios” de este pueblo
donde le sirven el mejor y sin plomo, siempre tiene el depósito lleno.
Miguel no cambies nunca eres la alegría de la huerta y
a todos nos hace falta tu presencia, grande eres…
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