Veranean en magníficos chalet de su propiedad en una urbanización de
lujo cerca de la orilla de mar, rodeados de fantásticos jardines, una gran piscina y áreas
recreativas privadas, con varios vehículos de alta gamas en el garaje y presumiendo de tener criada...
Pero cuando intentan hacer una compra en un pequeño negocio “sugieren y presionan” al sorprendido comerciante con un regateo y un descuento más propio de un mercadillo de barrio.
Qué personas de alta
alcurnia y con gran linaje y de apellidos aristócratas como aparentan ser, luchen para
conseguir una mísera rebaja, eso se llama “Ecos de la Alta Suciedad”, está
claro que muchas veces las apariencias engañas y para peor.
Seguro estoy que esto no lo hacen en El Corte Inglés o en un restaurante con Estrella Michelin…
Lo siento sigo enfadado con el mundo.
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