Que de añoranza me traen estas dos fotografías, este antiguo mueble de cocina puede tener más de 45 años, o lo que es lo mismo casi una vida entera.
Lo recuerdo de siempre en casa de mis padres, cuántas piezas pan, qué de paquetes de galletas, cuántas tabletas de chocolates, qué de
fideos, arroz y garbanzos lo han albergado, qué nostalgia comprimida, qué de
evocaciones concentradas en este mobiliario de despensa.
Jamás pensé deshacerme de él, pero lo que nunca imaginé
era darle otro uso que no fuera para el que se fabricó, lo he convertido en
una estantería biblioteca, como lo vean los de IKEA seguro que me lo copian.
Nada de imitación, estos son auténticos y genuinos recuerdos reciclados…
1 comentario:
Lo que hace evocar alegrías, debe conservarse.
Abrazo.
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