La vida contemplativa de teóricos y fantasiosos, desde el teclado del ordenador y escondidos tras la pantalla del mismo, lanzan consignas y contraseñas, ordenan y mandan… y así pasan los días e incluso los mandatos.
No te saltes las reglas e instrucciones, que quedas
anulado y pasas al exilio, por mucho que antes hayas aportado, ellos siguen y tú
te bajas del coche en marcha.
Y te vas con una sonrisa de oreja a oreja, dando un fuerte portazo, feliz... pero no contento…
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