No paro de escuchar que a las mascotas no hay que
tratarlas como si fueran personas, Manuela y yo tratamos a nuestro amigo Lennon como si fuera parte de
nuestra familia.
Cuando lo acogimos en casa, nunca pensamos que iba a
cuidar de un rebaño, ni tampoco que nos serviría de vigilante y guardián de la
casa y mucho menos que nos íbamos ir al campo a cazar conejos.
Lo escogimos porque sabíamos que él estaba dispuesto a darnos
todo el amor, cariño y compañía que nos está dando y pidiendo muy poco por su
parte, ojalá esa unión fuera eterna…
Y como estás leyendo, no utilizo la palabra “perro”,
esa la dejo para algunos “humanos incivilizados”, Lennon es nuestro gran amigo…, si tu le das tu corazón el te dará el suyo.
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