miércoles, 18 de noviembre de 2020

MI REFUGIO





Quien me conoce bien sabe que este antro subversivo, covacha rebelde, cuchitril turbulento, madriguera conspiradora, caverna peligrosa, guarida revoltosa, resumiendo..., es mi refugio.

Con entrada secreta y contraseña, con un mínimo de usuarios bien avenidos, compinches malandrines contrarios a la apatía, cómplices secuaces enemigos del aburrimiento, seguidores partidarios de ideales a consumar, íntimos ayudantes de sueños todavía por cumplir, auxiliares de causas casi perdidas pero que aún respiran.

Aquí pasamos las horas y algunas veladas completas, divagando y teorizando, muchas veces andando por las ramas y otra yéndonos por los cerros de Úbeda, vacilamos, dudamos y en algunas ocasiones concretamos y acertamos, aunque casi siempre ponemos en tela de juicio todo lo censurable y reprochable.  

Libros, discos, cuadros, fotos, esculturas y muchos recuerdos... a todas esas cosas sus cuatro paredes dan amparo y cobijo, cultura popular para el pueblo, no hay más beneficio ni más ganancia que por unos momentos ser útil, ni mayor satisfacción que esta…

Muchas risas contagiosas, discusiones con vueltas a la calma, conversaciones profundas, disparates lanzados al aire, siempre música envolviendo el ambiente de forma etérea pero envolvente…

Mi refugio tiene todo eso y algunas veces, mucho más…

1 comentario:

Sara O. Durán dijo...

Qué agradables convivencias han de pasar en tu refugio. Es lindo leerlo.
Abrazos.