Ahora mismo estaba pensando que las Navidades ya habían
pasado, pero tengo la televisión puesta mientras escribo esto, no la estoy
viendo, pero cada dos anuncios me la están ofreciendo y vendiendo.
Y encima en este 2021 en vez de dar alegría dan pena, ¿De dónde han sacado a los guionistas que
parece que están en un velatorio y llenos de desconsuelo? El espíritu navideño
brilla por la ausencia, qué tristeza de publicidad, qué angustia de difusión,
más que un reclamo parecen todo lo contrario y más que una llamada de atención
atrayente y atractiva, te entran ganas de salir a la calle y tirarle piedras
al alumbrado extraordinario…
Navidad es comprar y comprar, pero otro año sin ganas.
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