Que fácil es estar en un lugar donde no te piden nada y
tu solo tienes que criticar sin aportar.
Tú detrás del burladero, sólo tienes que silbar y
abuchear, el alboroto en las gradas es gratuito…
Desaprobamos todo lo que realiza el presidente, satirizamos
lo que hace el alcalde, censuramos lo que decide el concejal, reprendemos las
ideas del ministro, nos oponemos al trabajo del delegado, objetamos y
rechazamos todo por sistema acompañado por la fe ciega…
Pues yo no quiero ser ni presidente, ni alcalde, ni
concejal, ni ministro, ni delegado… Si hay alguien más preparado y competente que se presente ¿O puede ser que nadie lo esté?
Criticar deporte nacional…
Moraleja: “No nos gusta ni las galletas María…”
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