Estas botas me escoltan desde hace cuatro años, me
acompañaron desde Roncesvalles a Burgos en 2019, desde Cádiz a Sevilla por la
Vía Augusta en 2020, desde León a Santiago de Compostela en 2021 y muchísimas rutas
por toda la provincia.
Han sido compañeras fieles en El Camino de Santiago, pero
sus suelas y las plantillas ya no daban para más… a pesar que no son caras y el arreglo si lo era, he decido darle una nueva oportunidad y en este 2022 si no ocurre nada,
también estarán conmigo desde Tui a Finisterre.
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