Recogí todas las sonrisas del suelo y las limpié, acumulé las brisas suaves que me cabían en mi mochila, coleccioné las olas del mar en una botella.
Junté nubes y rayos de sol en mi viejo sombrero, uní
amaneceres y atardeceres para los malos tiempos, recolecté flores vivas y a la
basura tiré los jarrones.
Atesoré abrazos y besos de niños y mayores, liberé miles de canciones para que pudieran ser escuchadas, agrupé de la playa todas las pisadas
de la arena mojada.
Mimé y dormí con perros y gatos, repartí todos los saludos que
tenía guardados, doné todas mis caricias para la gente que las necesitará.
Tristemente me desperté… y volví a la pesadilla.
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