Supongo que hay muchas personas que su soberbia y orgullo, “no les dejan ver el bosque” y desde un estrado muy alto, con la arrogancia y su megalomanía viven en una realidad algo distorsionada.
Pues una cura de humildad, barata y rápida es la visita
a un hospital sin ni tan siquiera ser un paciente, con solo eso tendrá un bajada
de humos inmediata, comprendiendo la suerte que tiene de no quedarse ingresado
en el y disfrutando de una buena salud.
Y si aún con esta situación no se motiva, también puede visitar una
residencia de ancianos, y descubrirá que aparte de salud y fortaleza también le
brilla la providencia.
Ahora mismo me asomo al mar...
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