Después de cuatro días de retiro espiritual y místico
en la Tacita de Plata, pero nada de papeleos de hacienda ni de males y
hospitales, porque Cádiz también existe para otros menesteres, regreso…
Vuelvo a la “Tierra Prometida” de Cónsul Romano Quintus
Servilius Caepio Aparcerox, embocadura del Río Guadalquivir
(del árabe الوادي الكبير al-wādi
al-kabīr, «el río grande») lo que es lo mismo Chipiona, desde donde lo
primero que podremos divisar será la Turris Caepionis o Caepionis Monumentum,
más conocido por el faro, simplemente.
Cuatro
jornadas que han dado para mucho, sobre todo para ver de cerca los problemas
que tiene mi pueblo, a pesar de la distancia.
Con la lengua más afilada y las orejas en puntas, aún no lo doy todo por perdido, hay luz después del túnel.
Con gente muy preparadas salida de no sé dónde, que
en menos de tres meses tienen que convencer a la plebe y al vulgo, de que ellos
son los elegidos para la gloria y tal honor, estandartes y banderolas no van a
faltar, e insignias y enseñas para señalar que “Aquí estoy yo…”.
Los
trofeos y pendones siempre son los mismos, lo que cambian son las manos que los
alzan.
Los
púlpitos y estrados por unas semanas están a pie de calle, con que haya más de
cinco presuntos votantes es público más que suficiente para largar el discurso y la
disertación, y si el personal oyente no se aburre con la locución se tragan un
mitin completo, con apretón de mano y palmaditas en las espaldas incluidas a la
finalización.
Está
claro que alguien tiene que realizar esta tarea, unos por las ideas, otros por un cargo, y hay gente mal hablada, que dicen que algunos lo hacen por un sueldo
de cuatro años.
Personalmente no me apetece participar en este teatro callejero, esta tragicomedia no está hecha para mí, a todos les deseo suerte, porque la van a necesitar en este loco mundo de farándula y charlatanería…
3 comentarios:
No sé que decirte aparte que
me gusta como escribes.Lindo simple y claro
te dejo un abrazo
Son tiempos de prometer, y mucho...
Después, se olvidan de todo lo prometido.
Puro teatro, como bien dices.
Alguien lo tiene que hacer, está claro...
Pero está la cosa muy chunga...
Que Dios reparta suerte.
Abrazos, Mamé
Otra vez el timo de la estampita. Así de nuevo hasta los próximos cuatro años
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