Cuando en toda casa de vecinos se puede dar el caso que
aniden pájaros... ya sean gorriones, palomas, golondrinas…
En mi azotea de Cádiz para sorpresa tenemos un nido de
gaviotas, siempre había pensado que dichas aves se reproducían cerca del mar
entre dunas y acantilados, pero en este caso ellas han decidido crear su morada
entre la ropa limpia de los tendederos…
Entre lavado y lavado he sido testigo presencial de
como creaban poco a poco su hogar, pues ya les llegó la hora y ya tienen dos
lindos polluelos, eso sí gaditanos… gaditanos de ahí sus nombres, a ella le
llamamos “Teófila” y a el “Kichi”…
“Lo siento picha todo el mundo no puede ser de Caí…”.