jueves, 23 de julio de 2020

RÉQUIEM POR MÍ...

(22 De julio de 2022 ya hace dos años que nos dejaste, recupero el texto que escribir para despedirme, aún tiene la misma vigencia que el triste día que lo escribí, no le he cambiado ni una coma, todos tus amigos te seguimos echando de menos…).

Hoy pierdo a mí padre menor, un hermano mayor y mi mejor amigo, donde quieras que estés ahora mismo, abre las puertas de par en par de tu Peña “El Chusco”, que ya todos iremos llegando, ya te echo de menos Joaquín… 
  
Está sucediendo algo, 
pero no sé el qué,
he descubierto que tengo un gran enemigo,                                                      pero esta vez no soy yo mismo,
quizás por eso soy más desdichado que ayer...      

Lágrimas de vidrio derretido recorren mis mejillas,                
queman y a la vez me refrescan, 
un hola final o un hasta luego,
incluso un hasta la vista hoy me valdría...

El balcón se cerró,
más tarde la ventana,
y se recogieron las cortinas,
se acabaron los instantes de encuentros...

Grito mudo, prudencia sigilosa, 
ya no hay frases repetidas, 
aunque siempre fueran las mismas,
miro hacia atrás y ya ha desaparecido tu sombra...                                                      
Todo se ha disipado,  
el vacío es por tu culpa,
ya me envuelve y me rodea,
maldigo tu partida y tu pérdida,
ya todo es solo ausencia...                                                     

Réquiem por mí 
y por todos los que se quedan,
cuando un amigo se va...                                                                   

4 comentarios:

Susana dijo...

Lo siento mucho. Un abrazo

Anónimo dijo...

Un abrazo, Joaquín siempre formará parte de ese rincón del Chusco, y más como tu gran amigo que ha sido un pilar importante en tu vida, D. E. P. y aunque no lo veamos, se seguirá sintiendo presente y recordando esos momentos vividos ahí.����
Regli S. G.

Reyes dijo...

Adiós amigo, socio o viejo cómo yo te solía llamar por la diferencia de edad. A pesar de ello buenos amigos y compañeros en la afición que nos unía. El Alonso no volverá a ser el mismo, no surcará la mar en busca de tus ansiadas corbinatas.
Sabes que te hechare de menos compañero. Las mañanas de pesca ya no serán igual. Me has enseñado mucho y siempre que me heche a la mar, me acordaré de ti, de tu genio, de nuestras conversaciones, de tu devoción por nuestra afición. Descansa en paz compañero, amigo, socio, tú Alonso y yo nunca te olvidaremos.

Alfonso Saborido dijo...

Vaya, lo siento mucho