En 1992 tuve la suerte de estar tres meses en los Estados Unidos, y hubo cosas que me sorprendieron gratamente y muchas más que me encantaron.
Pero eso hoy no viene a cuento, me llamó mucho la
atención el patriotismo, tanto con el himno como con su bandera.
No había terrazas o jardines caseros en las que no hubiera
una de bandas y estrellas, pensaban que les daban un buen uso, eso era lo que
yo imaginaba en aquel momento.
Pues desde hoy me cuesta entenderlo, lo que relato aquí nos es ironía ni sarcasmo.
En El Capitolio los asaltantes llevaban banderas del país, y la pregunta que me hago a mi mismo es la siguiente ¿Eso sería un mal uso de tan alta insignia? Está claro que para algunos las banderas correctas serán las de dentro y para otros las de fuera, pero es que las dos son las mismas… ¿Y ahora qué?
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