Como muchas veces digo tengo la mala costumbre de pensar y encima delante del teclado del ordenador y con la provocación del “folio virtual” en blanco, también es mala suerte…
¿Por qué no se puede defender nuestras ideas y
pensamientos sin tener que insultar? ¿Qué pasa que si humillas y desprecias eso te dará la razón? Si hieres y denigras ¿Te hace tener más veracidad en lo que
dices?
La sinceridad y la autenticidad no se consiguen
gritando más fuerte, porque vociferando y chillando no te hará estar en la
posición más acertada, muchas veces un simple susurro puede hacer que dejemos de
berrear y gruñir, agachando la cabeza vencido y hundido. La incultura, camuflada
de erudición puede hacer mucho daño a otras personas, pero al final, el mal te
lo has hecho tu mismo.
Seguro estoy que muchas veces esto me habrá pasado a mí, así que me voy a aplicar mi propio texto…
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