Una mañana de playa y probablemente la última, como guía llevábamos a nuestro amigo Paco, para enseñarnos los corrales de pesca de la Playa de las Canteras, y está claro que nos lo enseñó y un poco más y hace desaparecer a nuestro amigo Ángel…
Qué me he alegrado de llegar a la orilla y pisar la
tierra firme, más nunca…, por mucho que Paco jure y perjure que aquello lo
conoce como si fuera la palma de su mano…
Si os invita alguna vez por favor, no creérselo…, nos ha llegado el agua hasta nuestras partes más nobles, cuando nos prometió no mojarnos más arriba de las rodillas…, lo repito, nunca más...
1 comentario:
Jajajaja me has hecho reir,abrazos.
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