Esta historia que os cuento empezó ya hace muchos años,
puede que en la escuela, yo era el alumno extraño de la clase, diez años en un colegio de
curas, que los pasé de puntillas y sin hacer ruido, no destaqué en nada, ni
falta que me hacía, era el ridículo y el absurdo, pero os puedo jurar que esos
motivos no me causaron ningún trauma, era una elección escogida por mí, quería
ser anónimo e incógnito en un mundo lleno de normas y lo conseguí.
Luego me volvió a suceder lo mismo en el servicio
militar, el tiempo más perdido de mi vida, allí sí que fui invisible y minúsculo,
pasando los 15 meses más largos e idiotas de mi existencia.
Cuando volví a la vida civil, ya tenía claro que todo
seguiría igual, pero todo cambió en los años 80, sin saberlo y sin intención, descubrí
que había más “gente rara” como yo, que solo era cuestión de tiempo de que nos encontráramos
y nos conociéramos… y eso fue lo que sucedió, ya lo demás es historia.
La gente totalmente “normal” me suele aportar muy poco…
"¿Es grave ser diferente? Es grave forzarse a ser igual…" Paulo Coelho.
2 comentarios:
No es para nada grave ser distinto,eso es autenticidad,abrazo.
En casa círculo, sobresalía algún raro.
Un abrazo.
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