Nunca he militado en una formación política, y no es
que no me interese lo que pasa a mí alrededor, pero jamás he tenido esa
necesidad.
Es curioso como a algunas personas cuando están en algún
partido, que defienden a capa y espada, como si se les fuera la vida en ello,
cuando ya no les interesa o les ha dejado de incumbir, en vez de irse de una
forma elegante y distinguida, hacen todo lo contrario se van dando una patada a
la puerta y rompiendo la baraja, pero siempre teniendo una bala en la recámara,
pero los que se quedan no son mejores, ya que critican y reprochan su marcha, y son más de lo mismo, lanzando serpientes
y culebras por sus bocas… Compañeros de andaduras se convierten en enemigos acérrimos,
y a partir de ahora se van de guerrillas con las milicias que los apoyen.
Eso pasa más veces de lo que muchos pensamos, del amor al odio solo los separa una fina línea roja… Lo repito es curioso...
1 comentario:
Me pasé a saludarte,la imagen es mareadora,cariños.
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