En el verano de 2004 fue la última vez que me metí "la máquina
de pelar", la foto es de septiembre y me rapé el pelo a finales de julio, la
infernal máquina empezó por la frente hasta llegar al cuello, así sucesivamente varias
veces.
Este verano se cumplirá 16 años de
aquello, ahora solo me corto un poco las puntas una vez al año, y espero que
eso suceda por mucho tiempo. Siempre me encantó el pelo largo, desde el mismísimo
Jesucristo que estaba crucificado en una pared en mi clase en el colegio, hasta el
roquero más hippie que sonaba en mi viejo tocadiscos, todos mis ídolos admirados
lo tenían, en mi representaba siempre la rebeldía y el inconformismo… el no pasar
inadvertido en una sociedad para mi apática e indiferente.
También lo llevé
largo a finales de la década de los años 70 para alegría de mis padres.
De los años 80 mejor no hablar, ni escribir….
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