Estimados cacos: Este escrito está dedicado a vosotros,
esta noche le habéis hecho una visita al quiosco de nuestra querida María
Ángeles en la Playa de las Canteras, sin ser invitado, valga la ironía y la
mala leche.
Solo quiero haceros saber que en ese humilde negocio de
nuestra amiga, no hay nada de valor, no vende tabaco así que ni un mísero paquete
podéis encontrar, ni se ofrece alcohol tampoco encontrareis una pobre botella
de ginebra, solo hay golosinas, chucherías, latas de bebidas, agua y poco más,
ni siquiera cambio de monedas.
Lo malo ha sido el destrozo de la puerta porque ni
siquiera, habéis podido entrar, el arreglo de la puerta si ha tenido un precio,
lo que no ha tenido precio ha sido el susto de María Ángeles al ver de madruga
en la puerta de su casa la guardia civil dándole la maldita noticia.
Solo le pido al Karma que algún día os castigue con la
misma situación y que paséis por tan desagradable e ingrato estado.
Aquí me despido, os deseo lo peor.
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