Nunca me gustaron las corridas de toros, pero tampoco
me causaban ningún dilema o problema, todo esto cambió cuando hace seis años
llegó a mi casa “Un animalito”, os hablo de mi amigo perro o mi perro amigo “Lennon”,
en estos momentos me es imposible pensar que pudiera apoyar el maltrato animal
hasta la muerte y premiar con una ovación al que lo hace.
Como puede gustar ver sufrir a un ser vivo como una
diversión, eso ya no me cabe en mi cabeza humana pensante de siglo XXI.
Disfrutar viendo como se tortura a un toro es dantesco, y por supuesto que yo como carne, pero hacer un espectáculo con su
sufrimiento y su muerte me parece espantoso y espeluznante.
Y como Fiesta Nacional ya hablaremos otro día…
P.D. Nunca me gustó la palabra Antitaurino, pero está claro que lo soy sin saberlo que lo era, y creo que lo seguiré siendo..., De nuevo haciendo amigos en las redes sociales...
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