A veces tengo ganas de quedarme quieto pero en
movimiento, difícil lo tengo, parar y detenerme, porque la mitad de las veces me
veo nadando contra corriente.
Las ideologías y doctrinas pasaron al baúl de los
recuerdos, mis pensamientos yo los dirijo, no necesito ni mesías, ni lideres, ni
iluminados que me capitaneen y me acaudillen, ya me manejo y encamino solo, con
mis errores y aciertos.
Cansado de tanto loro suelto, de tanto altavoces
gritándome al oído lemas y consignas y de bocinas avisándome del peligro de un
posible hundimiento.
Muchas maniobras, pero la inercia te empuja y al mismo
tiempo te inmoviliza, ya han conseguido su objetivo, estamos infelices pero
contentos, está claro que no me puedo quedar quieto, ni un momento…
Vamos a pasar a la acción…
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